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Criminología: origen y Cesare Lombroso

Actualizado: 18 ago 2022

En virtud del «Día del padre», que en España se celebra el 19 de marzo, en el artículo de hoy vamos a tratar el origen del término «Criminología» y, del mismo modo, veremos quién es considerado el «padre» de esta ciencia.

El término criminología tiene surge de la palabra latina «crimen» y en la palabra griega «logos» (que quiere decir tratado), y su origen se atribuye a Paul Topinard, un antropólogo francés. No obstante, quien utilizó por primera vez el término fue el jurista Garófalo, en su obra «Criminología» (1885).


Sin embargo, es Cesare Lombroso quien es considerado el «padre de la Criminología» y quien, con su obra «Tratado antropológico experimental del hombre delincuente» (1876) marco el inicio de la etapa científica de la criminología.

Su principal aportación es el uso del método empírico en sus investigaciones, además de formular teorías de la criminalidad. Al respecto, cabe destacar que Lombroso, desde un punto de vista tipológico, distinguía seis tipos de delincuentes:

  • El delincuente nato se caracteriza por tener un cráneo pequeño, una gran órbita ocular y una frente hundida. Psicológicamente, sería una persona impulsiva, cruel y sin remordimientos.

  • El delincuente loco moral, según Lombroso, sería astuto, antipático, inteligente y egoísta. Físicamente, tendría una mandíbula prominente y un cráneo voluminoso.

  • El delincuente epiléptico se caracterizaba por ser vago, violento y vanidoso. Contrariamente a lo que se piensa en la actualidad, para Lombroso, la epilepsia era un rasgo de criminalidad.

  • El delincuente loco es aquel que no es responsable de sus actos debido a que carecen de capacidad de razonamiento. Aquí Lombroso distinguía entre: a) el delincuente histérico, b) el delincuente alcohólico y c) el mattoide.

  • El delincuente ocasional, según Lombroso, se podrían clasificar en tres grupos: a) los pseudo-criminales (cometen delitos que pequeño calibre, como podrían ser hurtos o incendios), b) los criminaloides (son aquellos que, pese a que en una situación normal no cometerían delitos, sí que los cometen si se ven presionados por determinadas circunstancias) y c) los delincuentes profesionales o habituales (delinquen desde la infancia y, sus circunstancias personales, hacen que sigan delinquiendo en la edad adulta).

  • El delincuente pasional tendría una edad comprendida entre los 20 y 30 años. Actúa por impulsos y pasiones, por lo que una característica que les identifica es que son afectuosos y que, tras el acto criminal, se muestran conmocionados por lo que han hecho.

De todos ellos, considera importante al delincuente «nato», pues lo definiría como una persona que está marcada por estigmas que le identifican como delincuente y que, además, se transmite por vía hereditaria.

También hay que destacar que Lombroso inició sus investigaciones, de carácter antropológico, a raíz de hallazgos que creyó encontrar cuando observó el cráneo de un delincuente conocido (en concreto, encontró una serie de anomalías atávicas). Por esa razón, relacionó de forma directa el atavismo con la criminalidad; interrelacionando el atavismo, la locura moral y la epilepsia.


Como conclusión cabe destacar que, si bien es cierto que los postulados de Lombroso estuvieron en vigor durante años, en el siglo XX estos fueron superados por la criminología moderna, gracias al enfoque empírico y multidisciplinar que tiene esta ciencia.


Bibliografía:

  • García-Pablos de Molina, A. (2016). Criminología: una introducción a sus fundamentos teóricos. Tirant Lo Blanch.

  • Redondo Illescas, S. (2013). Principios de criminología. Tirant Lo Blanch.

  • Serrano Maillo, A. (2009) Introducción a la criminología. Dykinson.


Publicado el 19/03/2022 (actualizado el 18/08/2022) por Marta Lietos.

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