El acoso no solo se puede encontrar en el ámbito escolar, sino también en el ámbito laboral. En este último supuesto, los tipos de acoso más comunes son el moral y el sexual. Así pues, ahora se pasará a analizar en qué consisten estos dos tipos de acoso y cuáles pueden ser las consecuencias psicológicas de este tipo de acoso para las víctimas.
En el acoso moral el objetivo del victimario es deshacerse de la víctima porque molesta, por lo que intentará excluirla poco a poco hasta, finalmente, desintegrarla del círculo social en el que se mueve. En este tipo de acoso es complicado observar conductas violentas, pues los ataques que se realizan suelen tener lugar cuando no hay testigos, o mediante gestos o palabras que pueden dar lugar a una doble interpretación. Así pues, el victimario suele optar por ejecutar una o más de las siguientes acciones: a) aislar a la víctima y privarla de comunicación; b) atentar contra sus condiciones de trabajo; c) atentar contra su dignidad; y d) hacer uso de la violencia verbal, física o sexual.
El acoso sexual es un comportamiento donde se dan connotaciones de índole sexual hacia una persona sin su consentimiento, haciendo que ésta se sienta acosada y perciba la situación como degradante e, incluso, hiriente. Por ejemplo, algunas conductas que podrían considerarse acoso sexual serían gestos sexualmente obscenos, el abuso sexual, pedir favores sexuales o las miradas sugerentes, entre otros.
Ambos tipos de acoso laboral tienen consecuencias para la víctima, en la cual, el sentimiento de humillación y el propio sufrimiento vivido, puede dar como resultado una disminución de la motivación laboral y la pérdida de confianza. Por ello, las consecuencias no solo son físicas, sino que también son psicológicas. A tales efectos, cabe destacar que algunas de las consecuencias más comunes es la baja laboral (principalmente), así como la aparición de estrés, ansiedad, irritabilidad, sentimientos de vergüenza, depresión, sentimientos de culpabilidad o estrés postraumático.
Por todo ello, y como conclusión, se deberían poner en marcha medidas de prevención para intentar paliar estas situaciones de acoso laboral. En ese sentido, es importante hacer uso de programas de prevención en las empresas, en los que se eduque a los empleados o a los jefes, por ejemplo, a evitar y controlar situaciones donde aparezca acoso laboral.
Bibliografía:
Sanmartín, J. (2004). El laberinto de la violencia. Causas, tipos y efectos. Ariel.
Publicado el 27/05/2021 (actualizado el 18/08/2022) por Marta Lietos.