El impacto del delito difiere según el tipo de víctima; esto es, si se trata de niños, mujeres, ancianos, etc. En este caso, nos centraremos en el abuso sexual en la infancia.
Por abuso sexual en la infancia se entiende la realización de cualquier actividad, de índole sexual no consentida, que se practica con un menor de edad y que afecta de forma directa contra su indemnidad sexual.
En este caso, encontramos una relación de desigualdad entre la víctima y el abusador; y un uso del menor como objeto sexual.
En estas situaciones, es común encontrarse factores de riesgo. Los factores que encontramos en la víctima son variados, destacándose los siguientes:
Estar en la etapa preadolescencia.
Ser mujer.
Tener discapacidad.
En el abusador, encontramos las siguientes características:
Ser una persona extremadamente protectora o celosa con el niño.
Haber sido víctima de abusos sexuales en la infancia.
Abusar del alcohol y de las drogas.
En el seno de la familia, también podemos encontrar factores de riesgo, por ejemplo:
Familias desestructuradas.
Madre ausente del hogar y con antecedentes de abuso sexual.
Problemas de hacinamiento.
Hijos mayores que asumen responsabilidades familiares.
Así pues, volviendo a la víctima, podemos establecer tres etapas en su ciclo vital: 1) Edad preescolar (de 3 a 6 años), 2) Edad escolar (de 7 a 12 años) y 3) Adolescente (de 13 a 18 años). Cabe destacar que, en cada etapa, las manifestaciones que experimente la víctima en relación con el abuso sufrido serán variadas, como podemos ver a continuación:
En la edad preescolar, las manifestaciones que puede experimentar la víctima son ansiedad o pesadillas, mayoritariamente.
En la edad escolar, las manifestaciones se agravan, pues aparecen sentimientos de culpabilidad, problemas escolares e hiperactividad. En cuando a los miedos, la ansiedad y las pesadillas, estas podrían continuar.
En los adolescentes las manifestaciones se vuelven más severas, pues puede aparecer depresión, ideas suicidas, conductas antisociales o comportamientos sexuales precoces.
Como conclusión, y como se ha podido observar, es muy importante prevenir las conductas de abuso sexual en la infancia, pues estas afectan a la víctima tanto en su vida presente como en su vida futura, pudiendo incluso dar como consecuencia que esta se convierta, en un futuro, en abusador.
Bibliografía:
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Morillas Fernández, D. L., Patro Hernandez, R. M., & Aguilar Carceles, M. M. (2011). Victimología: un estudio sobre la víctima y los procesos de victimización. Editorial Dykinson.
Sánchez Heras, J., Ridaura Costa, MJ., Arias Salvador, C. (2010). Manual de intervención para familias y menores con conductas de maltrato. Editorial Tirant Humanidades.
Publicado el 16/12/2021 (actualizado el 18/08/2022) por Marta Lietos.
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