Como se podrá comprobar en las líneas que siguen, el victimario, dentro de la violencia de género, pertenece a un grupo heterogéneo, por lo que no es posible establecer unas variables concretas, sino que las tipologías y los perfiles que se han realizado son muy variados y diversos (Echeburúa, 2010).
En primer lugar, cabe destacar la tipología realizada por Holtzworth-Munroe y Stuart (1994), en la que se distinguía tres tipos de victimarios:
Los que son violentos solo con la pareja. Este tipo de victimario usaría la violencia en menor medida y frecuencia, caracterizándose porque solo la usarían contra la pareja, no siendo violentos fuera de su entorno familiar.
Los que son violentos y, además, emocionalmente inestables. Ejercen contra la pareja no solo violencia física, sino también psicológica y sexual. Además, puede llegar a ser violentos fuera de su entorno familiar. Pueden presentar altos niveles de ansiedad o depresión, y también pueden llegar a consumir alcohol y drogas.
Los que son violentos y antisociales. La violencia que ejercen contra la pareja es alta, encontrando que la víctima puede sufrir violencia física, psicológica y sexual. Es común el uso de la violencia fuera del ámbito familiar y destacan que, en su infancia, fueron testigos de violencia parental, pudiéndola haber sufrido.
En segundo lugar, estaría la clasificación realizada en 1997 por Dutton y Golant en la que, una vez más, se distinguen tres tipos de victimarios:
Los psicopáticos. Estos victimarios carecen de empatía y de remordimiento, y son violentos no solo contra sus parejas, sino también contra terceros. Dutton explicó también que, en las discusiones acaloradas, son capaces de controlar sus reacciones fisiológicas.
Los hipercontrolados. Ejercen no solo la violencia física, sino también la sexual, psicológica o la económica. Cabe destacar que la violencia y la ira surge como consecuencia de una acumulación de frustraciones.
Los cíclicos y emocionalmente inestables. Se caracterizan por tener unos cambios cíclicos, por lo que, emocionalmente, son como una «montaña rusa». Como consecuencia, suelen malinterpretar las acciones de su pareja y culparla por los acontecimientos que vive.
En tercer lugar, y para finalizar, Jacobson y Gottman (2000) establecieron dos tipologías, por lo que distinguían entre:
Victimario cobra. Se caracterizan porque, desde la adolescencia, tienen una personalidad criminal, en parte, debido a sus historias familiares. Son personas incapaces de crear auténticas relaciones y tampoco sienten determinadas emociones, como el miedo o la tristeza. Cabría destacar el alto consumo tanto de alcohol como de drogas.
Victimario pitbull. Han sido observadores de la violencia en el seno familiar, siendo esa la razón por que, al cabo de los años, ellos ejerzan dicha violencia contra su pareja. Temen ser abandonados, por lo que, como ellos dependen de sus parejas, intentan que estas también dependan de ellos.
Bibliografía:
Amor, P. J., Echeburúa, E., & Loinaz, I. (2009). ¿ Se puede establecer una clasificación tipológica de los hombres violentos contra su pareja?. International Journal of Clinical and Health Psychology, 9(3), 519-539.
Echeburúa, E., Amor, P. J., & De Corral, P. (2009). Hombres violentos contra la pareja: trastornos mentales y perfiles tipológicos. Pensamiento psicológico, 6(13).
Echeburúa, E., Amor, P. J., Loinaz, I., & De Corral, P. (2010). Escala de Predicción del Riesgo de Violencia Grave contra la pareja-Revisada-(EPV-R). Psicothema, 22(4), 1054-1060.
Garrido Genovés, V. (2003). Psicópatas y otros delincuentes violentos. Valencia: Tirant Lo Blanch.
Publicado el 11/11/2021 (actualizado el 18/08/2022) por Marta Lietos.
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