Con el presente artículo se empezará a hacer hincapié en diversas teorías criminológicas. En esta ocasión, empezamos con una conocida teoría del aprendizaje: la teoría de la asociación diferencial.
La teoría de la asociación diferencial fue promovida por Edwin H. Sutherland (1939, 1947) y, en ella, el autor propone que la delincuencia aparece como resultado del aprendizaje, y no de la inadaptación de sujetos pertenecientes a la clase baja. A esos efectos, para él no solo era importante la oportunidad que se le podía ofrecer a un determinado sujeto para delinquir, sino que también lo era como ese mismo sujeto definía e interpretaba la situación. En otras palabras, afirmaba que una misma situación, con dos individuos diferentes, podía dar un resultado distinto, pues cada persona tiene una historia personal propia.
Sutherland propone que la conducta delictiva se adquiere cuando se dan las siguientes circunstancias:
La conducta delictiva se aprende, por lo tanto, no se adquiere de forma espontánea, sino que el sujeto ha recibido algún tipo de entrenamiento.
Se aprende gracias a la interacción comunicativa con otras personas, ya sea mediante una interacción gestual o verbal.
Se aprende en grupos íntimos, que son próximos al individuo, pues tienen una mayor influencia en él.
Se aprenden técnicas para cometer los delitos, así como qué motivos y actitudes son necesarios para delinquir.
Los motivos que los llevan a delinquir son aprendidos a partir de las definiciones que crea el grupo social en base a los códigos legales.
El principio básico de la teoría es la asociación diferencial, según la cual una persona deviene delincuente porque ha estado mucho tiempo expuesta con definiciones favorables a la delincuencia, esto es, han creado una asociación diferencial negativa, pues son contrarios a la ley.
La asociación diferencial creada puede variar tanto en frecuencia como en duración, prioridad o intensidad; todo ello dependiendo del vínculo que una a la persona con la fuente asociativa y su prestigio.
A la hora de aprender la conducta delictiva se ven implicados mecanismos de aprendizaje, en especial, la imitación de modelos y la asociación de estímulos.
La conducta delictiva no es resultado de ciertos valores o necesidades generales (como podría ser la búsqueda de placer o la mejora del estatus dentro del grupo).
En conclusión, se puede afirmar que todas las razones expuestas han hecho que, actualmente, la teoría de la asociación diferencial sea un referente sobre todo en la delincuencia juvenil (Bosiakoh y Andoh, 2010). Además, se debe destacar el hecho de que esta teoría se centre en el proceso individual, siendo su objetivo averiguar las razones que llevan a que un sujeto delinca, pero otro no.
Bibliografía:
Bosiakoh, T. A., & Paul, K. (2010). Differential association theory and juvenile delinquency in Ghanas capital city-Accra: The case of Ghana borstal institute. International Journal of sociology and Anthropology, 2(9), 198-205.
Redondo, S., & Garrido Genovés, V. (2013). Principios de criminología. Tirant lo Blanch.
Publicado el 25/03/2021 por Marta Lietos.